

Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano la muerte
solamente una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Situarse en un mundo sin principio ni final,
Donde todo es imperfecto y casi igual.
Donde no perdemos la cabeza porque ya la hemos perdido,
Donde nos creemos ganadores cuando hemos sido vencidos.
El piso está arriba, el cielo quedó aplastado.
Espejismos nos desorientan, quedamos aún más desorientados.
No sabemos a dónde ir, ni de dónde vinimos o a dónde vamos.
Si los sueños nos han robado.
Si el alma nos han quitado.
Si te preguntan dónde estás ahora,
Tu imagen se vuelve gris y tu mente se va.
Si te preguntan quién sos,
Repondés con tu mirada, que sabe menos que vos; que no sabe nada.
Y si te preguntás dónde quedó tu sonrisa,
Descubriás que se fue con el tibio sol, con la fresca brisa.
Aunque quizá no se haya ido, no, no
Quizá te la sacaron y todavía no lo sabés, no no.
Situarse en un mundo sin principio ni final,
Es tan difícil como crear uno ideal.
Donde se respete la identidad, donde el pasado esté también presente,
Donde la igualdad se vea como tal y donde los proyectos se puedan armar.