viernes, 20 de noviembre de 2009


Bailándole al Sol te podrás salvar,
lanzando los sonidos al viento,
dejando las miradas pasar,
alzando los brazos y la vista al mar.

Que tus pies te mareen de tanto moverse,
pero que sepan guiarte cuando quieras caminar.
Tus piernas son dos troncos fuertes
que te sostendrán cuando te creas derrumbar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario