viernes, 27 de noviembre de 2009

Vacaciones en familia

Que a dónde vamos, cuándo salimos y cuándo llegamos, son tres de las infinitas preguntas que surgen a la hora de decidir las vacaciones en familia.
Acá no porque nos morimos de calor, allá no porque es muy lejos, acá es muy caro y allá está lleno de pelotudos como nosotros que buscan lo mismo que nosotros: un poco de paz y descanso, o algo así.
Entonces la situación se pone un poco densa.
Mamá quiere ir a la playa que está llena de gente, a tomar sol y cada tanto arrastrar sus pies hasta la orilla para que beban agua; papá y la nena prefieren la tranquilidad de la montaña y los nenes quieren el quilombo fenomenal de esta misma playa a la que la mamá desea ir, porque aman la muchedumbre aunque desconocen muchas de sus consecuencias.
Entonces el destino turístico se vuelve un signo de pregunta grande, muy grande.
-¿Y si mejor nos quedamos acá? - pregunta alguien ya rendido.
Siempre hay alguien que arruina todo. Pero igual se puede seguir adelante.
Yo, por lo tanto, propongo pasar unos pocos días en la playa y unos pocos días en la montaña y todos felices.
¡Buen viaje!




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